El Eco de Chamberí, febrero 2000.
El testamento es, según nuestro Código Civil, "el acto por el cual una persona dispone para después de su muerte de todos sus bienes o de parte de ellos".
No hay que esperar a tener una avanzada edad para hacer testamento, puesto que el testamento es, por definición, un acto revocable: puede otorgarse cuantas veces se quiera y cada testamento sustituye el anterior.
Haciento testamento estamos facilitando las cosas a nuestros herederos, evitándoles tener que hacer una declaración abintestato notarial o judicial. También el testamento nos permite disponer -dentro de ciertas limitaciones- de nuestros bienes, por ejemplo haciendo un reparto concreto de algunos de ellos, mejorando a uno de nuestros herederos, o efectuando legados a favor de personas que la ley no contempla como herederos forzosos.