La sensibilidad química múltiple (SQM) se define como un síndrome ambiental, crónico, limitante y orgánico, causado por exposición a productos químicos y que provoca multitud de síntomas en distintos sistemas corporales.
Cuando se padece SQM, el cuerpo se sensibiliza a la exposición a químicos sintéticos, deja de tolerarlos y responde de forma anormal. La generalidad de las personas no apreciamos ningún efecto llamativo ante productos químicos de uso cotidiano, como los de limpieza o los de aseo personal. Por el contrario, la exposición del afectado por SQM a una o varias de estas sustancias tóxicas, incluso en dosis bajas, puede afectar de forma severa a su sistema nervioso, al cardiaco, al endrocrino, al respiratorio, al dérmico, al gastrointestinal, al ginecológico…
En alguna ocasión se nos ha planteado el siguiente problema práctico: ¿Qué pasa si la comunidad de propietarios utiliza, para la limpieza de escalera, ascensor, portal, etc., productos que perjudican el estado de salud de uno de sus vecinos afectado por SQM? ¿Resulta jurídicamente exigible que deje de emplearlos?